viernes, 5 de abril de 2013

La pesadilla.

Sueño muchas veces contigo, pero no consigo ponerte cara: es más la sensación de saber que estás a mi lado... y no "sólo" en mi tripa.
Pero lo de esta noche ha sido horrible. Te estaba paseando en el coche de capota y tú ibas profundamente dormido... hasta que empezabas a llorar porque tenías hambre. Descubría que me había dejado en casa las cosas necesarias para prepararte el biberón y aita (que aparecía por arte de magia), nos sugería subir a su oficina porque seguro que ahí podríamos improvisar algo.
Y entonces, al entrar en el ascensor... tu coche de capota, contigo dentro, se caía por el hueco... En realidad no llegaba a caerse, porque yo lo sujetaba con fuerza y aita, que siempre ha sido y será mi héroe, conseguía sacarlo (aunque no sé muy bien cómo, pero los sueños son así). Y tú seguías dormido, como si no hubiese pasado nada.
Ha sido espantoso. Me he levantado de la cama y todo de la impresión. Luego me ha costado un montón volver a dormir y he pasado el resto de la noche inquieta... y sé que sólo ha sido una pesadilla pero... ¡¡tendremos mucho cuidado con los huecos!!

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