Era inevitable.
Sabía que tenía que pasar.
Que tarde o temprano, tendría que aprender a vivir con ello intentando no darle demasiada importancia.
Pero no imaginé que sería tan pronto.
"Sólo" estoy en la semana 28, aún me quedan unas 12 por delante... y no sé si voy a ser capaz de llevarlo con orgullo y entereza.
Tendré que ser fuerte y enfrentarme a ello cada mañana.
Cada día.
Cada segundo.
Pero ha pasado... y ya no hay vuelta atrás...
Se me ha salido el ombligo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario