lunes, 28 de enero de 2013

¡¡¡Holaaa!!!

Estaba sentada en el sofá, al lado de aita, viendo una peli sobre un chico que se compra un zoo y comiendo fresas y, de repente... has dado señales de vida. Una patada fuerte. Inconfundible. Imposible que pasase desapercibida. 
Hace un par de días ya me dió la sensación de sentirte, pero era tan pronto que no estaba segura... pero lo de hoy ha sido un saludo en condiciones. 
¡¡Hola cariño!!

jueves, 24 de enero de 2013

El monstruo vegetariano y tuberculoso.

Esa soy yo. Sí, el monstruo del título. 
Yo, que toda la vida he tenido una cruzada personal contra las cosas verdes y sin padres (salvando a las patatas y los champiñones... bueno, y las fresas), me he descubierto a mí misma deborando con sumo gusto un plata lleno de vainas y zanahorias y comiendo, casi por obligación, una alita de pollo frita. 
¡Yo!, ¡eligiendo las vainas frente a las alitas!, ¡dispuesta a comer mañana los restos convertidos en puré!
Y me imagino a bolitxe, muerto de la risa, viendo que su propósito de convertir a su madre en semi vegetariana está dando sus frutos. De momento no me ha dado por muchas verduras más, aunque reconozco que se cae la baba pensando en los pimientos del piquillo... ¿qué va a ser de mí?
Y una duda que me corroe las entrañas... si de vegetal es vegetariano... de tubérculo es ¿tuberculoso?, ¿tuberculanio?

lunes, 21 de enero de 2013

No me olvido de ti.

Que no, que no me olvido de ti. 
Me imagino que estás con la mosca detrás de la oreja porque, por mucho que voy de rebajas, nunca compro nada para ti... y no es por falta de ganas, créeme. Pero hasta no saber si eres niña (¿eres niña?, ¿eres niña?, ¿eres niña?) o niño, me da miedo jugármela. 
He estado tentada de coger un pijamita para el proximo invierno, porque los de tu hermana no te valdrán por la talla... ¡¡pero no sabía qué color elegir!!
¡¡Mándame una señal!!

sábado, 19 de enero de 2013

La visita al tocólogo.

Adoro a este tocólogo; sería capaz de ponerle un monumento o un piso en la playa... si pudiese claro, y no es el caso. 
¿Por qué? Porque siempre me deja verte y oírte. Da igual que me acaben de hacer una ecografía; él me hace otra siempre que voy. Vale que el aparato no es tan bueno y que no te he visto mover la manita, sino más bien has sido un gurruñito gris... pero eras tú. Y tú corazón latía a toda pastilla, como siempre.
No se ha asustado demasiado de volver a verme y le ha parecido genial que el tocólogo del hospital me dijese que no tenía ningún factor de riesgo. Me ha dado las fechas para las próximas citas y me ha dicho que hasta mayo no vuelva, que será la matrona la que nos "vigile".
Las dos cosas a destacar: 
    - Me ha dicho que es imposible que te sienta, que sería un record guinnes... que esos movimientos que noto son del crecimiento de la tripa y los cambios en el cuerpo. ¿Estás de acuerdo? Si no es así, hazme una señal... jajajaja...
    - Resulta que la edad gestacional que da la ecografía no es la que ellos habían calculado, así que no estoy de 12+4, sino de 13+2. ¡¡Semana 13 ya!!
Todo sigue fenomenal, aunque el crecimiento de la tripa se ha estancado un poco... eso, o que como la veo a diario no noto que sea más grande. Que también podría ser. 

viernes, 18 de enero de 2013

Después de la tormenta...

... llega la calma. 
Y, tal y como te prometí, voy a relajarme y tomarme las cosas con más tranquilidad, porque el agotamiento de estas últimas semanas no puede ser bueno ni para ti ni para mí.
Ya ha pasado el cumple de tu hermana, con sus preparativos y fiestas... y todo lo que eso conlleva. 
Ahora toca pasear, tomarnos un colacao calentito, ir de rebajas, pensar en cómo voy a decorar las cositas que quiero hacerte... pero todo con calma, con mucha calma.
Es nuestro momento para disfrutar el uno del otro.

jueves, 17 de enero de 2013

Tu tercera ecografía.

Ecografía semana 12+2

Creo sin duda alguna que una ecografía es la experiencia más increíble que se puede vivir en esta vida... y que es imposible no emocionarse. 
Ha sido rápida, apenas ha durado 10 minutos, pero tenía una pantalla frente a mí que me ha permitido verte y escuchar tu corazón mientras la doctora tomaba tus medidas. 
Que hayas estado todo el rato moviendo la manita, como queriendo saludarnos, me ha parecido absolutamente maravilloso. Me has hecho llorar de emoción, de amor, de ternura... ¿sabes cuánto te quiero? Más de lo que las palabras pueden intentar expresar, tenlo por seguro.
Hoy eres un poquito más real que ayer, tanto para aita (que también se ha emocionado) como para mí. Teníamos la esperanza de averiguar si eres niño o niña... pero seas lo que seas, para  mí siempre serás mi pequeño bolitxe. 
Todo está en orden. Tu corazón late a la velocidad que debe, tus medidas son las deseadas... eres (casi) 7 centímetros de puro amor.

miércoles, 16 de enero de 2013

Una nueva eco.

Bueno cariño mío, pues aquí estoy una vez más... a pocas horas de verte en la pantalla de la consulta del ecografo. 
¿Sabes que no he dormido nada? He soñado contigo, con que nos decían si eres niña o niño, con que te veía moverte, agitar los brazos y las piernas como queriendo saludarme. 
Porque hoy va a ser la primera vez que no seas sólo un gurruñito gris. Hoy, si todo va bien, veremos tu cara (o al menos tu perfil), tus manos, tus pies y, con un poco de suerte, volveré a escuchar tu corazón. 
Aita va a estar conmigo, para compartir ese momento juntos.
Estate atento y saluda, ¿vale?

viernes, 11 de enero de 2013

La primera mirada.

Ayer estaba haciendo cola en una tienda y pasó por primera vez; un chico, de mi edad más o menos, se quedó mirando mi tripa y, cuando se dió cuenta de que le estaba mirando, me sonrió.
Es la mirada de "vaya, estás embarazada... felicidades"... y me encanta. 
Espero que a partir de ahora pueda volver a vivirlo muchísimas veces.

jueves, 10 de enero de 2013

¿Eres tú?

Sé que es muy pronto, que es impensable, prácticamente imposible pero... esas "cosas extrañas" que siento de vez en cuando, sobre todo cuando estoy tirada en el sofá... ¿eres tú intentando llamar mi atención?
No son patadas, ni es un hormigueo... son como pequeños golpecitos en la tripa, a modo de "toc, toc... estoy aquí".
Quizá son las ganas que tengo de sentirte, el deseo irrefrenable de volver a vivir una "primera patada" o, sencillamente, eres tú saludándome desde mi interior. 
Sea como sea, hace aflorar a mis labios una sonrisita de felicidad.

miércoles, 2 de enero de 2013

Una de patatas y aceitunas.

Contaba con el deseo irrefrenable de comer aceitunas y pepinillos (curioso lo de estos últimos, que no me han gustado en la vida). Sabía que podía ocurrir y, aunque me resulta gracioso, no me ha sorprendido del todo. Era previsible.
Pero lo de las patatas es algo que me descoloca por completo. Siempre me han gustado, para qué nos vamos a engañar, pero mi necesidad actual de ingerir patatas supera con creces cualquier límite humano: fritas, asadas, en salsa, al horno, cocidas... ¡¡¡pero patatas!!!
Y claro, esto me lleva a pensar que lo mismo en vez de tener un bolitxe creciendo en mi interior, es una versión diminuta de mr. potato, con sus manos y pies intercambiables, y sus decenas de chachivaches para poner y quitar.
¡Sólo espero que no se desmonte estando en mi tripa!