sábado, 22 de junio de 2013

Pesada.

Así me siento: pesada y dolorida. 
La tripa está enorme, lógico teniendo en cuenta que vamos casi por la semana 36... pero resulta agotador. 
Cualquier movimiento "brusco", que puede ser levantarme de una silla, hace que me den calambrazos y la tripa se me ponga dura como una piedra. Las mañanas son criminales, haciendo que llegar hasta el ascensor se parezca a escalar el Everest sin oxígeno y "boca atrás", como diría tu hermana. 
Tú no paras quieto ni un momento; ahora mismo estás empecinado en romperme alguna costilla o en ver cual es lo máximo que puedes estirar mi ombligo hacia fuera; tengo la zona central de la barriga como un saco de boxeo anticuado y medio roto.
Creo que tengo contracciones a lo largo del día... y digo creo porque con Ixone jamás tuve ninguna que no fuese en el hospital, una vez que empezó la inducción, así que doy por hecho que si la tripa se pone muy muy muy dura es eso... al menos en teoría. 
No es algo que me preocupe, sé que es perfectamente normal a estas alturas y más teniendo en cuenta que no son dolorosas (molestas sí, dolorosas no)... pero eso me lleva a pensar que quizá quieras nacer en julio y no en agosto, a pesar de que siempre he pensado que tú también saldrías de ahí dentro "a la fuerza".
 

martes, 18 de junio de 2013

El síndrome del nido...

... ¡ataca de nuevo!
Hoy he cumplido la semana 35... o lo que es lo mismo, dentro de 3 semanas entramos en la fase de "en cualquier momento puedes nacer"... y me han entrado escalofríos pensando en todo lo que aún queda pendiente. 
A priori lo gordo está listo, pero en realidad faltan muchas cosas:
     
     - Lavar toda tu ropa, incluida la ropa de cama. 
     - Sacar el capazo del trastero de amama para que se vaya ventilando y mirar a ver si hay que lavar la funda. 
     - Bajar el chasis de la silla de encima del armario para limpiarlo bien y echarle lubricante a las ruedas.
     - Volver a montar la hamaca.
     - Comprar pañales y leche de fórmula.
     - Verificar que tenemos todo lo necesario para llevar al hospital.
     - ¡¡Comprar la minicuna!!

No me quiero estresar pero... ¡¡queda mucho por hacer!!

lunes, 17 de junio de 2013

Viviendo de lado.

Ya ha llegado ese punto en el que mi tripa llega a los sitios antes que yo. Bastante antes, todo sea dicho. Tanto, que ya no recuerdo cómo se cuelga la ropa sin pegarme contra el "murete"del balcón, cómo se lavan los platos sin apoyarme en la encimera y, por supuesto, cómo se cocina sin poner en riesgo la integridad de mi abultadísimo ombligo. 
Así que lo hago todo de lado, como si fuese un extraño cangrejo.
Y duermo de lado, faltaría más. Porque la barriga es tan grande que si me pongo boca arriba, literalmente, me espachurra los órganos vitales... y tampoco es plan. La sensación de dormir boca abajo, que tanto me gustaba, no es más que un lejanísimo recuerdo... pero todo sea una buena causa. 
Eso sí, creo que esta noche voy a hacer la prueba y vamos a ser 4 en la cama: aita, tú, yo... y una almohada para poner entre las piernas, a ver si eso me ayuda a descansar algo más.