sábado, 13 de julio de 2013

Atravesado.

Ayer tuvimos eco y consulta. Era una eco extra, para vigilar que siguieses creciendo adecuadamente a pesar de tu arteria umbilical única... pero como parece ser la norma en este embarazo, tú tenías otros planes en mente.
Llevo un par de semanas ¨quejándome¨ de que es una barbaridad lo que te mueves, que tengo la tripa machacada, que los bultos que se ven sobre el ombligo no pueden ser normales... y resulta que tenía razón. Estás atravesado. Totalmente atravesado. 
Deberías llevar un par de semanas boca abajo y, ya puestos, incluso encajado; y en lugar de eso estas en horizontal, con la cabeza a un lado de mi tripa y el culete al otro. Tus manos y tus pies, ya apretuñados por tu tamaño, están justo detrás de mi ombligo... lo que explica los movimientos salvajes que noto, claro.
Y encima eres grande. Nada que se salga de las tablas, pero rondas los 3.600 gramos... y eso en la semana 38. 
Así que te tienen que ayudar a salir.
Después de la ecografía, pasamos a consulta y allí nos explicaron las opciones que había. 
El lunes, o sea en dos días, me van a ingresar en el hospital para intentar girarte de manera manual. Suena divertido, ¿eh? La idea es conseguir que te pongas boca abajo y, una vez estés colocado, inducirme el parto para que nazcas ya, no vaya a ser que te dé por girarte de nuevo. 
La doctora nos explicó que, a pesar de tu tamaño y edad gestacional, creían que podían conseguirlo; aunque hay riesgos (como en todo), era seguro porque sino no nos lo plantearían y que había que hacer todo lo posible para darle una oportunidad a mi cuerpo para parirte de manera "natural".
La otra opción es sacarte mediante cesárea; si no consiguen girarte el lunes, me mandarán a casa y programarán una cesárea esa misma semana o la siguiente. Es el plan B, porque la doctora insitía mucho en que, a pesar de que eres un bebé grande, yo tengo una buena pelvis (¿gracias?) y mi cuerpo es más que capaz de parirte.
Tengo que ir tranquila y relajada, y dispuesta a "dejarme hacer". Me van a poner dos medicamentos diferentes: un sedante intrauterino, para que no contraiga los músculos de la tripa y el útero durante las maniobras; y una especie de relajante para mí, que si bien no me va a dormir ni a sedar porque les interesa que esté despierta, va a hacer que no me duela... "demasiado".
Y es que no ha habido ni una sola consulta en el hospital a la que hayamos ido y salido con una sonrisa en los labios... ¿por qué siempre tiene que pasar algo?

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