miércoles, 20 de febrero de 2013

El ombligo saltarín.

Cada mañana, al despertarme, lo primero que hago es ponerme boca arriba y apoyar las manos sobre la tripa para desearte unos buenos días.
Hoy, tras los intesos ataques de tos nocturnos, me ha entrado la tos justo cuando estaba en esa postura y, sorpresa... ¡¡el ombligo se me salía!! No es que se haya quedado para fuera de golpe, ha vuelto a su lugar original, pero al sentir los movimientos tan bruscos me ha venido una idea disparatada a la cabeza: te he  imaginado dando tumbos dentro de mi barriga, golpeando con tu pequeño cuerpecito las paredes de mi útero, dando saltos a cada arrebato de tos que me daba a mí.
¡Espero que no te hayas mareado!

No hay comentarios: