jueves, 27 de diciembre de 2012

El tocólogo del hospital.

Ha sido un mes intenso en lo que a médicos se refiere desde que salí del hospital: fertilidad, matrona, endocrino, tocólogo... y todos y cada uno de ellos se han quedado con cara de susto al ver por lo que hemos pasado y se han ido pasando la pelota de unos a otros, como si nadie quisiera mojarse. 
Hoy, por fin, visita al tocólogo del hospital en el "gabinete de embarazos de alto riesgo"... aunque yo no creía que tuviese riesgo por ninguna parte; pero eso es cosa mía... ¿o no?
El doctor Oraa, al que ya conocí con tu hermana y al que deberían poner un monumento por ser capaz de verle la gracia a que haya pasado por quirófano tres veces en 32 años, me ha dicho muy amablemente que estoy sana como una manzana y que de embarazo de alto riesgo nada de nada. ¡¡¡Ya decía yo!!!
Me han dado fecha límite para dejar de pincharme cada noche (¿echarás en falta que la tripa parezca un colador amoratado?) y me ha dicho que pida cita en el ambulatorio, que es donde tienen que seguirme... ¡porque es un embarazo de lo más normal!
Así que cuento los días hasta que el tocólogo del ambulatorio (que también es encantador) me vea entrar de nuevo en su consulta... ¡va a ser muy divertido!

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